3 a.m.
La lluvia hace mella afuera, despierto susurrando el nombre de un amigo desaparecido en la niebla del pasado. No recuerdo luego su apellido. Apenas su sonrisa, y me levanto.
Doy vueltas por la casa a oscuras, el gato pide su leche, mi perro me mira desde el patio, sigue la lluvia.
Lo unico que nos queda es el sonido sedante de la llovisna nocturna para volveros a alejar en lo que llamamos sueño. Pero ni un porro nos calma, el rostro del amigo sigue apareciendo, inisto en recordar sin suerte su nombre completo.
15 años que no nos vemos. 15, que es toda una vida. 15 los años de una novia muerta. 15 las monedas en mi bolsillo. 15 años y no sé nada de él.
Maldito yo por olvidar su nombre, por no ir tras su pista, por creerlo muerto, me digo, y fumo y fumo y me salgo a la calle, y me mojo entero.
Maldito yo por seguir vivo, maldita ella cuando se cortó las venas, con apenas 23 años, maldito él por desaparecer tras un ideal que no fue mas que eso...
Y maldito el pito de marihuana por acabarse entre mis uñas sucias, y mi guitarra por negarse a cantar a estas horas...
Maldito el insomnio.. por obligarme a despertar.
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