domingo, 24 de octubre de 2010

sábado, 16 de octubre de 2010

Dos poemas de oscuro amor. 2.- Angel Blood.

Me has bañado en tu propia sangre
Me has convertido en un clavo de tu insolente cruz
Cómplice de tu miseria
He llevado las cadenas detrás de ti
Aliviándote el peso de tus culpas

Pero cada vez que yo padecía
Iba cargando el madero solo
Cada vez que mis pies se rompían
Veía solo mi sombra conmigo
Cada vez que sangraba
Solo el olor de tu sangre importaba

Decías “amor” en lugar de “esclavitud”
Tu propia miseria la convertías en la mía
Culpándome por tus dioses creados
Esclavizabas mis andanzas con tus caprichos adoloridos
Y no había más libertad que la que tu creías merecer

Nunca pedí más que un gesto
No palabras vacías
No besos ni abrazos baratos
Solo un gesto amable
Solo un poco de ese atormentado amor que nunca sentías más que por tu propio autoengaño

Una vez rotas las mentiras que te inventaste
Volviste la mirada a mí
Culpándome por tus dolores
Por tus mentiras y por tu mundo de fantasía imberbe

Golpeado
Magullado y herido
Me dejaste caer de tu altar de banalidades
Escupiste en mis cadenas y aumentaste la velocidad de mi caída

Olvidaste que parte de tu peso lo cargué yo
Que parte de tu dolor lo consumí yo
Que mucho de tu sufrimiento lo viví yo

La carga tuya fue mía
Y la mía solo mía fue
Así
Una vez alzada
Cuan albatros que de pronto se vuelve gaviota
Me dejaste a merced de las olas y la tormenta venidera

Escupido
Maldito
Olvidado
Y hambriento
Con un llanto mas dolido que el de un niño muerto
Con una pena más infinita que la de una sombra de Hiroshima

Bajo la lluvia de un paramo frio
Congelado hasta convertirme en huesos
He renacido
Poco a poco
Costra tras costra
Lamiendo la pus de mis alas rotas
Cortando las uñas encrestadas en mis sienes

Una sonrisa nueva me eleva y entretiene
Y el sol brilla en este horizonte
Que nunca podrás entender…

Dos poemas de oscuro amor. 1.- Ya no hay luz.

Me dejaste a la orilla de tu camino otrora de luz
Roto 
Maltrecho
Herido a muerte
Y  te fuiste
Sin mirar las sombras tras tus pies
Sin girar tu pálida cabeza hacia los yermos
Sin mas…

Desvalijaste mi castillo
Violaste mis terrenos
Incendiaste los bosques de mi entonces inocencia estúpida
Inundaste los valles más fecundos solo por ver como se sentía ahogar todo lo bueno
Bajo lodo y sal…

Entraste sin avisar
Sin ser invitada
Sin ser vista
A hurtadillas
En medio de las sombras
Endulzaste mis oídos con palabras disfrazadas
Tomaste de mi copa como una hermana-amante
Me hiciste prometer a oscuras lo inconfesable
Me hiciste soñar lo incomprensible
Y simplemente, un incierto día, te fuiste
Luego de dejarme desarmado del todo
Luego de verme como nunca antes ser alguno me pudo ver

Vencido
Arrodillado
Sangrando
Suplicando como un necio

Y tu marcha empezó riendo a medias
Montabas sobre una nube blanca
Siempre altiva,
Seguida detrás por miles de grises nubes de tormenta

Me dejaste sin feudo
Sin armas
Y sin caminos a seguir

Ya no hay luz
Ya no hay de esa luz
La que tu traías
La que tu inventabas
La que tu usurpaste de mi corazón

Ya no hay de aquella falsa luz
Ya no hay luz, amor,
Ya no hay de tu luz...