domingo, 10 de abril de 2011

Ratones muertos en la sopa


Edgar
A ti dedico mis oscuridades
Mis borradores con tiza
Mi carboncillo rallando las paredes
De esta celda acolchada
Jaula de oro
Con grandes ventanas
El amor de aquella mujer infame
Que terminó con nuestra hermandad
Que besó tus labios
Que acarició mis noches
Que engañó tus sentidos
Y embruteció mi hombría
Edgar
Querido hermano
Hoy esa mujer ha muerto
Lejos de ti y de mí
Acostada desnuda
En la cama de otro
Cruel destino
Bien merecido
Ella ahora descansa
La muy maldita
Mientras nosotros
Aun nos desangramos por ella…


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