sábado, 16 de octubre de 2010

Dos poemas de oscuro amor. 1.- Ya no hay luz.

Me dejaste a la orilla de tu camino otrora de luz
Roto 
Maltrecho
Herido a muerte
Y  te fuiste
Sin mirar las sombras tras tus pies
Sin girar tu pálida cabeza hacia los yermos
Sin mas…

Desvalijaste mi castillo
Violaste mis terrenos
Incendiaste los bosques de mi entonces inocencia estúpida
Inundaste los valles más fecundos solo por ver como se sentía ahogar todo lo bueno
Bajo lodo y sal…

Entraste sin avisar
Sin ser invitada
Sin ser vista
A hurtadillas
En medio de las sombras
Endulzaste mis oídos con palabras disfrazadas
Tomaste de mi copa como una hermana-amante
Me hiciste prometer a oscuras lo inconfesable
Me hiciste soñar lo incomprensible
Y simplemente, un incierto día, te fuiste
Luego de dejarme desarmado del todo
Luego de verme como nunca antes ser alguno me pudo ver

Vencido
Arrodillado
Sangrando
Suplicando como un necio

Y tu marcha empezó riendo a medias
Montabas sobre una nube blanca
Siempre altiva,
Seguida detrás por miles de grises nubes de tormenta

Me dejaste sin feudo
Sin armas
Y sin caminos a seguir

Ya no hay luz
Ya no hay de esa luz
La que tu traías
La que tu inventabas
La que tu usurpaste de mi corazón

Ya no hay de aquella falsa luz
Ya no hay luz, amor,
Ya no hay de tu luz...


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